A la tercera va la vencida. El consejero de Salud, Aquilino Alonso se reunirá el próximo jueves con Jesús Candel y los convocantes de las manifestaciones contra la fusión hospitalaria. Con la del pasado domingo ya son tres las ocasiones en la los granadinos han salido a la calle convocados por el doctor de la gorra y las gafas de sol, Spiriman, para exigir dos hospitales completos.

Como suele ser habitual el baile de cifras dependiendo de a quien se le pregunte es brutal, desde los ochenta mil manifestantes que aseguran los organizadores que acudieron a la convocatoria hasta las 40.000 personas que ha estimado la Policía Local.

En su intervención del pasado domingo en la Fuente de las Batallas Candel volvió a tomar la palabra para reclamar un modelo sanitario distinto, “un modelo que humanize”. Con similares argumentos a los de las anteriores marchas: un paciente no puede diagnosticarse el mismo, dos hospitales con todas las especialidades, los enfermos no pueden desplazarse kilómetros para ser atendidos… pero con un tono más desafiante, el médico de urgencias que ha puesto en jaque a la sanidad andaluza volvió a sacar a media Granada de sus casas y bramó contra los responsables sanitarios.

“No pertenezco a ningún partido político y nunca lo haré”. Así comenzaba Candel su alegato, marcando distancias con cualquier pretendido uso partidista de la marea blanca. Cargó contra la presidenta de la Junta de Andalucía y contra los responsables sanitarios; pero sobre todo dirigió sus invectivas contra Martín Blanco, al que se refiere despectivamente como “Martin White” y al que hace responsable de una campaña en su contra.

Al ritmo de la música Jesús Candel exigió “hospitales para pacientes, no para enfermedades, gestores y menos para políticos”. Para terminar el ciudadano corriente sacó las gafas de sol y la gorra del bolsillo para convertirse en el personaje, en el alter ego, en el superhéroe, en Spiriman.