Figura 1. Vista del coro de la Catedral de Toledo. (https://es.wikipedia.org/wiki/Coro_de_la_catedral_de_Toledo)
Figura 1. Vista del coro de la Catedral de Toledo. (https://es.wikipedia.org/wiki/Coro_de_la_catedral_de_Toledo)

La Catedral de Toledo, llamada también la Catedral Primada de España, es una de las catedrales más singulares del mundo. Pero es al entrar en la catedral cuando realmente entiendes la magnitud de la Dives Toletana. Si hay una catedral en el mundo que representa la “Civitas Dei”, la Ciudad de Dios, esa es Toledo, puesto que una auténtica ciudad se abre ante sus ojos. De un sitio así, claro está que podríamos hablar largo y tendido sobre cualquiera de los elementos que la conforman, aunque no es mi intención explicar aquí tan insigne obra de arte. Sin embargo, y ése es el objeto de esta publicación, sí que me gustaría detenerme un poquito y profundizar algo más acerca de su coro. La razón: que en él se encuentran representados, paso a paso, en uno de los testimonios gráficos más cercanos en el tiempo, todos los hitos más importantes y significativos de la Guerra de Granada donde, lógicamente, la ciudad de Santa Fe no podía faltar. Y esto ya sí nos coge más de cerca…

La sillería del coro bajo está realizada en estilo gótico y fue comenzada en 1489, en pleno fervor de la Guerra de Granada. La encargó el Arzobispo don Pedro González de Mendoza, Cardenal de España, quien hizo decorar los tableros del respaldo con escenas de rendición de plazas fuertes que habían sido conquistadas a los nazaríes, a muchas de las cuales había asistido en persona.

Las cincuenta y dos sillas del coro bajo con sus respectivos tableros, cuyo espacio libre mide 56 cm de ancho por 37 cm de alto, se hicieron en tres partes:

  • Las veinte primeras sillas (correspondientes al lado de la Epístola) fueron concertadas con “maestre Rodrigo, entallador” en 1489 y se refieren a ciudades conquistadas hasta ese mismo año. Como es lógico comienzan con la toma de Alhama en 1482, hecho que ha venido siendo considerado como el inicio de la etapa final de la Guerra de Granada.
  • En diversas fechas, desde el 1 de enero de 1493, recibió maestre Rodrigo distintas cantidades a cuenta de las segundas veinte sillas, las del lado del Evangelio. En noviembre de 1493 se comprometió a dar por terminadas las cuarenta sillas para fin de febrero de 1494, y asentarlas para Pascua de Resurrección. En ellas se representan episodios de la guerra referidos a las campañas de 1488 y 1489.
  • El sábado 10 de enero de 1495 se avienen las doce sillas del frente del coro, que faltaban por hacer. Entre ellas se encuentran los tableros que representan el sitio y la toma de Granada, punto final de la guerra, junto a otros episodios de la contienda comprendidos entre 1483 y 1490, que el Arzobispo González de Mendoza debió de considerar dignos de ser representados en última instancia. Por tanto, la coetaneidad con los acontecimientos de Santa Fe representados, que ocuparon los últimos ocho meses de 1491, es más que notable.

El viajero germano Jerónimo Münzer, quien entró en Toledo el 14 de enero de 1495 tras haber visitado el Reino de Granada en septiembre del año anterior, se interesó por el coro de la Catedral escribiendo: “Las sillas del coro son muchas y han sido labradas recientemente por uno de la Baja Alemania. En cada silla está muy bien esculpido un triunfo de ciudad o fortaleza de Granada, que casi parece poner ante los ojos la guerra granadina”. Este testimonio, avalado por la objetividad y precisión con que acostumbraba a describir este médico todo aquello que le impresionaba en sus viajes, nos da una idea del magnífico documento histórico que supone el testimonio gráfico contenido en este tablero.

El Grupo de Investigación de Arquitectura Hispanomusulmana de la Escuela de Estudios Árabes de Granada (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, C.S.I.C.) ha realizado el estudio y el análisis de las ciudades enclavadas en el antiguo Reino de Granada, en particular en lo referente a sus sistemas de fortificación. En este sentido, la documentación gráfica conservada y la planimetría histórica de una ciudad constituye un elemento clave para ese propósito. Durante sus investigaciones, este Grupo realizó un importante hallazgo: la nueva adscripción del tema al que alude uno de los tableros del coro bajo de la Catedral de Toledo, obra estudiada por Juan de Mata Carriazo y Arroquía y publicada inicialmente en 1927, bajo el título “Los relieves de la Guerra de Granada en la sillería del coro de la Catedral de Toledo”.

Inexplicablemente, el tablero en el que se encuentran nítidamente representados los Reales de Santa Fe y de la Vega, con Granada al fondo en un segundo plano, es identificado por este investigador “acaso por primera vez, como episodio del cerco de Málaga”. Para justificarlo desarrolla ampliamente todo un corpus de argumentaciones que intentan demostrar algo que a todas luces es insostenible y, al confundir el Real de Santa Fe con un arrabal de la Málaga islámica, llega incluso a afirmar que “entre los edificios de este arrabal sobresale una espadaña con campana, que es grave impropiedad en plaza de musulmanes”. Por su parte, la ciudad que se ve al fondo es identificada como el Alcázar de Málaga con el Castillo de Gibralfaro en lo alto, sin reparar en que esta representación no es sino una miniatura del tablero que alude a la rendición de Granada (figura 2) en el que, entre otros elementos, se representan los recintos amurallados de la Medina (Ñ) atravesada por el río Darro (O), el Albaicín (P)
–separado del anterior por una muralla– y la ciudadela palatina de la Alhambra (Q), con sus distintos paños de muralla y las altas torres de su Alcazaba. A la derecha, sobre un monte parecen verse unas torres que podrían pertenecer al ruinoso Palacio de los Alijares (R), muy dañado por los terremotos acaecidos en el mes de julio de 1431. Como cabría esperar, estos dos tableros se encuentran en la posición de honor del coro bajo, a ambos lados de la escalera que sube a la silla presidida por el Arzobispo: quedando el de Granada a su derecha y el de Santa Fe a su izquierda, respetando un acertado protocolo.

Figura 2. Tablero de la sillería del coro bajo de la Catedral de Toledo donde se representa la rendición de Granada. García Pulido y col. (2004)
Figura 2. Tablero de la sillería del coro bajo de la Catedral de Toledo donde se representa la rendición de Granada. García Pulido y col. (2004)

Por tanto, no es de extrañar que, como afirma Carriazo, este relieve sea “por todos conceptos, una de las piezas mejores de la serie”. Contemplándolo detalladamente resulta admirable la profusión de detalles y matices que contiene, alejados de la monotonía y convencionalidad con que son representadas las fortificaciones talladas en los restantes tableros. Esto pudiera indicarnos que, o bien el autor del tablero conoció directamente la forma y estructura de Santa Fe, o bien el promotor de la obra quiso hacer hincapié en que la escena representada estuviese lo más cerca posible de la realidad. Por otra parte, la información contenida en el tablero –que es tanto más interesante por ser su representación coetánea al episodio que pretende inmortalizar, lo que le otorga mayor credibilidad– aporta datos reveladores sobre la nueva ciudad. Pero eso… es otra historia que deberá ser contada en otra ocasión.

FUENTES:

    • FERNÁNDEZ APARICIO, MIGUEL ÁNGEL. Santa Fe, traza y orden. Santa Fe: [Granada]: s.n., 2006. ISBN 84-689-7721-7.
    • GARCÍA PULIDO, LUIS JOSÉ; ORIHUELA UZAL, ANTONIO. “La imagen de Santa Fe (Granada) en la sillería del coro bajo de la Catedral de Toledo”. Archivo Español de Arte, LXXVII, 2004, 307, págs. 247-266. ISSN: 0004-0428.
    • https://es.wikipedia.org/wiki/Coro_de_la_catedral_de_Toledo (Consulta: 17 de febrero de 2017).