Tradición y devoción en la procesión de la Santísima Trinidad
En la mañana de ayer, festividad litúrgica de la Santísima Trinidad, Santa Fe se echó a la calle para acompañar al Santísimo Sacramento durante su visita a los enfermos de nuestro pueblo.
A las 8.30 horas de la mañana daba comienzo la Eucaristía dominical, en este caso, celebrada al aire libre, en la placeta del barrio de los pintores de la localidad. La celebración litúrgica comenzaba con la presentación ante todos los asistentes de Don David, el nuevo vicario parroquial que llegaba ayer a Santa Fe para colaborar y atender las necesidades de nuestra parroquia durante los próximos meses. Tras las presentaciones oportunas, daba comienzo la celebración eucarística, con una placeta abarrotada de gente, tanto sentada como en pie que, al cobijo de la sombra y la frescura de los árboles, ha querido asistir a tan hermoso acto en el cual, como viene siendo tradicional, se suministró el sacramento de la Unción de Enfermos a todos aquellos fieles que han querido acercarse a recibirlo.
Terminada la celebración, que duró algo más de una hora, se procedió a organizar la procesión para llevar el Santísimo a todas aquellas personas que así lo habían solicitado. En esta ocasión, el número de enfermos a visitar se ha visto bastante reducido, siendo los usuarios de la Residencia de Nuestra Señora de la Paz, en el propio barrio, las únicas personas a las que se ha visitado. Cruz de guía y ciriales, una numerosísima fila de velas, estandarte de la Hermandad, Junta de Gobierno, farolillos y palio escoltaba el paso del Señor por las calles de Santa Fe, que iba arropado por un gran número de vecinos de la localidad y que ha contado con la notable ausencia de la Banda de Música “Corpus Christi” de Santa Fe, que tradicionalmente ha acompañado al Santísimo en este día de la Santísima Trinidad. El cortejo procesional discurrió de forma ágil y fluida por las calles del barrio y, tras la parada en la Residencia, regresó nuevamente por el mismo recorrido hasta la placeta de partida en algo menos de una hora. Durante el mismo, se pudo ver algún portal engalanado con las típicas sábanas blancas, tapices, macetas y algún que otro cuadro en balcones y ventanas. Tras el regreso de nuevo al lugar de partida e impartir la bendición con el Santísimo, los vecinos del barrio han ofrecido un desayuno de chocolate con churros, de forma gratuita, para todos los vecinos y asistentes que han querido acercarse, completando de esta forma un gran día de convivencia y de Hermandad en torno a Jesucristo Sacramentado en la festividad litúrgica de la Santísima Trinidad.
De esta forma, la Hermandad Sacramental de Santa Fe culmina el primero de sus tres grandes actos que organiza y prepara en torno a la festividad del Corpus Christi, encarando los últimos preparativos durante toda esta semana para su día grande y el de toda la Ciudad, el Día del Señor.