hillarytrumpLa campaña electoral en los EE.UU. se acerca a su recta final con más incógnitas que certezas. Hillary Clinton sigue por delante en las encuestas pero a poca distancia de su rival y con un nivel de aprobación raquítico. Mientras el imprevisible Donald Trump prosigue con su particular show. Un discurso populista y la sobreexposición mediática son las claves de una campaña que no hace otra cosa que llevar al extremo el espectáculo que siempre ha sido la elección de un presidente en “la tierra de las oportunidades”.

Proyectar una imagen cercana y desenfadada para captar votantes es vital. Las horas de televisión son fundamentales para los dos candidatos que se lo juegan todo en el segundo martes de noviembre. Es una prueba a vida o muerte, en este caso y a diferencia de lo que sucede en nuestro país, quien pierda se irá a su casa.

Su pasado como secretaria de Estado está lastrando a Clinton, considerada como la candidata del establishment. Frente a ella el multimillonario Donald Trump conecta con sus votantes a base de las viejas ideas del First America. Es la consecuencia de un hastío hacia la política que también se manifiesta en EE.UU. El mundo contiene la respiración hasta saber quién será el próximo presidente o presidenta de la primera potencia mundial.