Yo soy el mismo Ceferino Isla González, descendiente de la familia Isla, oriundos de Rincón de Isla, en la provincia de Cantabria, algunos de cuyos miembros bajaron durante la Reconquista a liberar Sevilla, estableciéndose allí.

ceferinoisla¡Oiga! Que estos datos son tan ciertos que ya se recogen en la obra “Historia incompleta de 900 años de la Familia Carrillo”, de José Carrillo de Albornoz, donde ya aparecen antecedentes de mi familia como Gonzalo Isla, campanero que fue y que llegó a fabricar la segunda campana de la ciudad de Santa Fe.

Pero mi oficio va a tañer otros instrumentos más celestiales.

Sí, escuchen. En el año 1897 entré como aprendiz en el obrador de Manuel “el Gallego”, y al poco tiempo me establecí, por cuenta propia, en la calle Real de Santa Fe, para abrir mi propio obrador de pastelería exactamente donde se encuentra ubicada la actual Casa Isla y que antes se llamaba La Favorita.

Ustedes deben saber que al ser maestro confitero y mientras batía docenas de huevos me pasaba las horas pensando cómo poder celebrar aquel Papa que en 1854 había proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción de María, su nombre no era otro que Pío IX (Pío Nono).

Mi idea de “crear” un nuevo pastel que no sólo lleve el nombre del Papa (de ahí surge el nombre de pionono), sino que además el pastel recuerde la figura papal: aspecto cilíndrico y algo rechoncho (bizcocho humedecido enrollado sobre sí mismo), revestido como el Papa con un balandrán blanco (canastilla de papel en cuyo interior se deposita el bizcocho humedecido), y coronilla de crema azucarada y tostada sobrepuesta al cilindro de bizcocho (que quiere simbolizar el solideo con el que el Papa cubre su coronilla).

Ahora bien, si de pasteles hablamos cualquier buen repostero sabe que el sabor de los pasteles mejora si logra el título de “real”. La ocasión no tardó en llegar. En 1916, el mismo rey Alfonso XIII, visitó para una cacería la finca de su amigo el Duque de San Pedro de Galatino que poseía en Láchar y fue obsequiado por éste con piononos para merendar. Alfonso XIII, impresionado por el delicioso sabor de tan singular postre, decidió obsequiar a Casa Isla con el título de proveedores oficiales de la Real Casa.

Y no crean que hoy todavía mis descendientes siguen con la fabricación de ese afamado “pionono” sin dejar de mantener alguno de los toques celestiales que un obrador ha de tener. Porque señores, este menester de piononos en Santa Fe se mantiene hoy también y que ustedes no se olviden de conocer.

FUENTES:

    • http://www.pionono.com/casa_isla.php (Consulta: 29 de Septiembre de 2016)