Durante varias semanas, a lo largo de toda una serie de artículos que hemos titulado “La historia de los vencidos”, hemos intentado acercarles a la figura de los últimos Reyes de Granada: unos personajes que pasaron de ser protagonistas –con anterioridad al 2 de enero de 1492–, a ser olvidados y borrados por la Historia simplemente porque no fueron los triunfadores de esta guerra. Hemos revivido, junto a ellos, sus últimos días de vida: Muley Hacén, el Zagal, Boabdil y Morayma. Y también hemos intentado conocer, en la medida de nuestras posibilidades, los lugares donde están enterrados. Por tanto, esta saga ya va tocando a su fin. Sin embargo, no queríamos terminarla sin ofrecer un último artículo en el que profundizar un poquito más sobre Mondújar, el lugar elegido para el descanso definitivo de la dinastía nazarí. Como ya hemos dicho alguna vez a lo largo de las últimas publicaciones realizadas, Boabdil dio orden de levantar el Cementerio Real de la Alhambra, conocido como la Rauda Real, para que sus ascendentes no quedaran en tierra cristiana y trasladó los restos de sus antepasados hasta Mondújar en donde, camino de Laujar, mandó construir un nuevo Cementerio Real. Pero… ¿qué se sabe acerca del mismo? ¿Se conoce dónde estaba situado? ¿Todavía permanecen allí los Reyes de la Alhambra? A continuación, con la respuesta a todas estas preguntas, terminamos esta “historia de los vencidos” con la esperanza de que, al menos, nuestro recuerdo sea para ellos su única victoria.

Figura 1. El antiguo cementerio de Mondújar. (http://www.adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/lecrin/mondujar/morayma/index.htm)
Figura 1. El antiguo cementerio de Mondújar. (http://www.adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/lecrin/mondujar/morayma/index.htm)

Entrando en el terreno de la hipótesis y de la ficción, pero acogiéndonos a los datos recogidos por cronistas e historiadores, podríamos aventurarnos a decir que Morayma y los otros Reyes que, como hemos visto, Boabdil trasladó desde Granada hasta Mondújar, podrían estar muy cerca de la actual iglesia de Mondújar y de la carretera nacional que une Granada y Motril. Y es que en Mondújar hay una iglesia (que antes pudo ser mezquita) justo a un lado de la carretera nacional que llega hasta Motril. Al otro lado, sobre un cerro, están los restos de un castillo que hace 500 años fue la primera residencia veraniega de la familia real de Granada.

En realidad, tenemos varios datos para aventurar esta hipótesis. En primer lugar, los estudiosos del castillo de Mondújar nunca han encontrado restos de un cementerio en sus alrededores (al menos nada que haya quedado documentado). Sabemos que el Cementerio Real de la Alhambra estaba situado junto a la mezquita, cuyo edificio todavía hoy se conserva. Además, tenemos la documentación de dos mezquitas dentro del cementerio islámico de Yabal Faruh en Málaga. Con estos datos, y con el permiso de los expertos, podríamos ubicar estas tumbas cerca de la actual iglesia, si nos atenemos al testimonio de Ferrando Audulbirí que aseguraba que “la iglesia que agora es en Mondújar, que entonces era mesquita”. Es más, creemos que el antiguo cementerio de Mondújar es la Rauda donde se encuentran enterrados los Reyes de Granada. Para justificar esto nos basamos en los siguientes datos:

  • En el lugar donde está la iglesia se encontraba la mezquita musulmana. En el pórtico de la iglesia hay dos columnas procedentes de la antigua mezquita, que se incorporarían a dicho pórtico en 1857, cuando fue construido. Fue el cura de entonces, don Francisco Javier González, quien lo realizó.
  • En algún momento se dejó de enterrar dentro de la iglesia (como ocurría en los primeros tiempos) y se empleó como cementerio un lugar ya tapiado que se encontraba a unos 50 metros y que era muy apropiado para ello (el cementerio antiguo o Rauda Real nazarí).
  • La iglesia (antigua mezquita) está situada al lado del antiguo cementerio, al igual que en la Alhambra la Rauda estaba muy cerca de la mezquita.
  • Sobre los años 60 del pasado siglo XX, al quedarse pequeño, este cementerio antiguo pasó al actual, al otro lado de la autovía.
  • Además, son varios los testimonios antiguos que se conservan y que justifican que la iglesia ocupaba el lugar de la antigua mezquita.
  • Según el Libro de Apeo y Repartimiento de Mondújar (1572), en el folio 27v cuando describe los diferentes bienes hábices o propiedades de la iglesia dice: “un pedazo de macáber cercado de tapias de un tercio de marjal poco más o menos donde dicen que están enterrados los Reyes moros de Granada”. Esta descripción concuerda totalmente con el cementerio antiguo y no da lugar a dudas al analizar sus paredes, la puerta de entrada y su localización al lado de la antigua mezquita. El lugar estaba protegido por paredes, como era normal ante tumbas tan importantes. El antiguo cementerio de Mondújar deja ver con facilidad dos niveles de construcción, tanto en las paredes como en el nivel de la puerta. El más bajo, de origen musulmán; el superior, bastante más reciente.
Figura 2. Situación del antiguo cementerio de Mondújar. Lo proponemos como lugar de Rauda Real de las tumbas de los Reyes nazaríes. (http://www.adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/lecrin/mondujar/morayma/index.htm)
Figura 2. Situación del antiguo cementerio de Mondújar. Lo proponemos como lugar de Rauda Real de las tumbas de los Reyes nazaríes. (http://www.adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/lecrin/mondujar/morayma/index.htm)

Nosotros pensamos, pues, que el antiguo cementerio de Mondújar está ubicado encima de la Rauda Real nazarí. Los lugareños, en un momento determinado, cuando pasaron bastantes años de la conquista y sin saber que era la antigua Rauda Real de los Reyes nazaritas, decidieron convertirlo en su cementerio. Por lo que debajo deben estar las tumbas de los antiguos Reyes de Granada. Y puede ser, incluso, que los últimos Reyes de al-Ándalus estén bajo el asfalto que diariamente recorren miles de conductores desconociendo que su propia Historia está allí perdida y enterrada. ¿Les sorprende? No me extraña… Las atrocidades que se cometen con nuestra Historia no dejan de sorprendernos. En artículos anteriores denunciábamos el estado en que se encontraba la que podría ser la tumba de Boabdil, en Marruecos. Pero lamento decirles que aquí, en España, no tratamos a la Historia mucho mejor que en el otro lado del Estrecho. Prueba de ello es el siguiente artículo que desgranamos a continuación, publicado por la revista ADIÓS en enero/febrero de 2011. En él se asegura que la Dinastía Real Nazarí ha quedado sepultada bajo el asfalto, ya que las obras de construcción de la carretera de Granada a Motril se llevaron por delante las tumbas de la familia nazarí y sus huesos hoy yacen esparcidos bajo la autovía.

Figura 3. Es el cementerio cristiano que estuvo funcionando hasta los años sesenta del pasado siglo. Bajo él hay un nivel de enterramientos musulmanes, pues está inmediatamente detrás de la iglesia. Es probable que incluso la tumba de Morayma esté bajo él. (http://www.adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/lecrin/mondujar/historia/revista.htm)
Figura 3. Es el cementerio cristiano que estuvo funcionando hasta los años sesenta del pasado siglo. Bajo él hay un nivel de enterramientos musulmanes, pues está inmediatamente detrás de la iglesia. Es probable que incluso la tumba de Morayma esté bajo él. (http://www.adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/lecrin/mondujar/historia/revista.htm)

Cuando Boabdil entregó Granada a los Reyes Católicos no quería que sus antepasados permanecieran enterrados en suelo cristiano. Desde 1237 hasta 1491, toda la familia real de la dinastía nazarita había sido enterrada en la ciudadela de la Alhambra o en sus inmediaciones, en la llamada Rauda Real. Por eso decidió desenterrarlos y trasladar sus cadáveres a la alquería de Mondújar, un pueblecito situado apenas 30 kilómetros al sur de la ciudad, que era propiedad de Morayma, la esposa del último Rey moro de Granada.

En el cementerio (makaber) de este pueblo fueron depositados decenas de cuerpos de Reyes, Reinas, Infantes y allegados. El lugar era, y continúa siendo, un hermoso jardín situado en una hondonada llena de naranjos conocida como el Valle de la Alegría (Valle de Lecrín). El camposanto musulmán comenzaba en los muros de la misma rábita y ascendía suavemente por una ladera buscando el castillo que Muley Hacén construyera como último refugio tras su destronamiento por su propio hijo.

Pero poco iba a permanecer abierto aquel makaber musulmán; en el año 1500, tras la primera revuelta mudéjar contra la presión cristiana, fue suprimido por los cristianos el derecho a enterrarse bajo el rito y costumbre musulmanes. El cementerio donde estaban enterrados los Reyes de la Alhambra fue clausurado y vendido a la familia nobiliaria de don Pedro de Zafra. Estos lo fueron aterrazando y convirtiendo poco a poco en campo de cultivo. En la memoria de los más viejos del lugar quedó el recuerdo del último enterramiento real ocurrido en la modesta Rauda Real: no fue otro que el de Morayma, la Reina destronada, la esposa de Boabdil. Falleció en su destierro alpujarreño en julio de 1493 y fue trasladada hasta Mondújar para reposar envuelta en un sudario blanco, abierto por pies y cabeza, para la eternidad.

Entierros documentados

Desde comienzos del siglo XVI, la Rauda Real de Mondújar se convirtió en viñedo y campo de naranjos; la rábita pasó a ser iglesia cristiana; y sobre la parte alta del cementerio surgió un pequeño barrio llamado El Cerrillo. De vez en cuando, con motivo de alguna obra, afloraba alguna tumba “de moros”. Entonces la memoria popular, ya casi convertida en leyenda, se cuestionaba si no serían aquellos huesos los de algún emir granadino. Porque las gentes versadas de Mondújar estaban seguras de que bajo sus pies yacía enterrada toda una dinastía real. Así lo atestiguaban no sólo la tradición oral, sino las fuentes escritas locales.

En los libros de apeos del municipio existen detalladísimas referencias al hecho de que los Reyes de Granada fueron depositados allí por Boabdil y, más concretamente, al acto fúnebre protagonizado por el cadáver de la Reina Morayma. Las más importantes son sin duda las que contiene el Libro de Apeo y Repartimiento de Mondújar, con deslindes fechados en 1547, 1572 y 1593. Vecinos, conocedores y escribanos declaran que Mondújar tiene en la ladera del Cerro del Algarrobo (actual barriada de El Cerrillo) un macáber en que fueron enterrados los Reyes de Granada. En la referencia de 1547 se dice textualmente: “Un macáber grande de seis marjales poco más o menos por abrir que alinda con haza de Diego Aguilar y con Haza de Diego Escobar… donde dicen que están enterrados los Reyes Moros de Granada”. Existe otro documento en la Alhambra, de 1549, donde un tal Jusepe de Herrera nos relata por qué estaban enterrados en Mondújar los Reyes de Granada: “Están enterrados al pie de la dicha fortaleza (habla del castillo de Mondújar), en una haça que se llama la rrauda, todos los cuerpos de los rreyes moros que fueron de granada al tiempo que fue de moros y después la rreyna horra mora se truxo desde Andarax…”.

A finales del siglo XIX, con motivo de unas obras en la Alhambra, fue descubierta la Rauda Real dentro del recinto de la Alhambra, detrás del Palacio de Carlos V. Pero no sería hasta 1925 en que, con motivo de nuevas obras en la zona, se constató la realidad del traslado de los huesos de toda la familia real antes de la entrega a los Reyes Católicos. El arquitecto de la Alhambra por entonces, Leopoldo Torres Balbás, abrió más de 70 tumbas y todas ellas estaban vacías. La memoria de aquella excavación de Torres Balbás dice lo siguiente: “… En ninguna encontráronse huesos, lo que prueba que la traslación de los restos a Mondújar fue cuidadosa”. Fuera de este recinto, aunque próximo a él, nos dio noticias Torres Balbás de la aparición de otras muchas sepulturas, que sí contenían huesos, que debieron corresponder a personas ajenas a la familia real o de no tan alta alcurnia “… y por ello no se transportaron sus restos a Mondújar, o se hizo con poca atención”.

En los libros de apeos del municipio existen detalladísimas referencias al hecho de que los Reyes de Granada fueron depositados allí por Boabdil y, más concretamente, al acto fúnebre protagonizado por el cadáver de la Reina Morayma. Las más importantes son sin duda las que contiene el Libro de Apeo y Repartimiento de Mondújar, con deslindes fechados en 1547, 1572 y 1593. Vecinos, conocedores y escribanos declaran que Mondújar tiene en la ladera del Cerro del Algarrobo (actual barriada de El Cerrillo) un macáber en que fueron enterrados los Reyes de Granada. En la referencia de 1547 se dice textualmente: “Un macáber grande de seis marjales poco más o menos por abrir que alinda con haza de Diego Aguilar y con Haza de Diego Escobar… donde dicen que están enterrados los Reyes Moros de Granada”. Existe otro documento en la Alhambra, de 1549, donde un tal Jusepe de Herrera nos relata por qué estaban enterrados en Mondújar los Reyes de Granada: “Están enterrados al pie de la dicha fortaleza (habla del castillo de Mondújar), en una haça que se llama la rrauda, todos los cuerpos de los rreyes moros que fueron de granada al tiempo que fue de moros y después la rreyna horra mora se truxo desde Andarax…”.

A finales del siglo XIX, con motivo de unas obras en la Alhambra, fue descubierta la Rauda Real dentro del recinto de la Alhambra, detrás del Palacio de Carlos V. Pero no sería hasta 1925 en que, con motivo de nuevas obras en la zona, se constató la realidad del traslado de los huesos de toda la familia real antes de la entrega a los Reyes Católicos. El arquitecto de la Alhambra por entonces, Leopoldo Torres Balbás, abrió más de 70 tumbas y todas ellas estaban vacías. La memoria de aquella excavación de Torres Balbás dice lo siguiente: “… En ninguna encontráronse huesos, lo que prueba que la traslación de los restos a Mondújar fue cuidadosa”. Fuera de este recinto, aunque próximo a él, nos dio noticias Torres Balbás de la aparición de otras muchas sepulturas, que sí contenían huesos, que debieron corresponder a personas ajenas a la familia real o de no tan alta alcurnia “… y por ello no se transportaron sus restos a Mondújar, o se hizo con poca atención”.

En los libros de apeos del municipio existen detalladísimas referencias al hecho de que los Reyes de Granada fueron depositados allí por Boabdil y, más concretamente, al acto fúnebre protagonizado por el cadáver de la Reina Morayma. Las más importantes son sin duda las que contiene el Libro de Apeo y Repartimiento de Mondújar, con deslindes fechados en 1547, 1572 y 1593. Vecinos, conocedores y escribanos declaran que Mondújar tiene en la ladera del Cerro del Algarrobo (actual barriada de El Cerrillo) un macáber en que fueron enterrados los Reyes de Granada. En la referencia de 1547 se dice textualmente: “Un macáber grande de seis marjales poco más o menos por abrir que alinda con haza de Diego Aguilar y con Haza de Diego Escobar… donde dicen que están enterrados los Reyes Moros de Granada”. Existe otro documento en la Alhambra, de 1549, donde un tal Jusepe de Herrera nos relata por qué estaban enterrados en Mondújar los Reyes de Granada: “Están enterrados al pie de la dicha fortaleza (habla del castillo de Mondújar), en una haça que se llama la rrauda, todos los cuerpos de los rreyes moros que fueron de granada al tiempo que fue de moros y después la rreyna horra mora se truxo desde Andarax…”.

A finales del siglo XIX, con motivo de unas obras en la Alhambra, fue descubierta la Rauda Real dentro del recinto de la Alhambra, detrás del Palacio de Carlos V. Pero no sería hasta 1925 en que, con motivo de nuevas obras en la zona, se constató la realidad del traslado de los huesos de toda la familia real antes de la entrega a los Reyes Católicos. El arquitecto de la Alhambra por entonces, Leopoldo Torres Balbás, abrió más de 70 tumbas y todas ellas estaban vacías. La memoria de aquella excavación de Torres Balbás dice lo siguiente: “… En ninguna encontráronse huesos, lo que prueba que la traslación de los restos a Mondújar fue cuidadosa”. Fuera de este recinto, aunque próximo a él, nos dio noticias Torres Balbás de la aparición de otras muchas sepulturas, que sí contenían huesos, que debieron corresponder a personas ajenas a la familia real o de no tan alta alcurnia “… y por ello no se transportaron sus restos a Mondújar, o se hizo con poca atención”.

Llegaron las excavadoras

La carretera N-323 atravesaba el estrecho casco urbano de Mondújar y se formaban enormes atascos de tráfico. En 1988 se decidió construir una circunvalación precisamente entre las tapias del cementerio anexo a la iglesia y el barrio de El Cerrillo. Exactamente sobre el viñedo y naranjal bajo el que reposaban los restos del antiguo cementerio musulmán, donde estaban enterrados todos los antepasados de Boabdil. Las máquinas allanaron el terreno arramblando con todo lo que encontraron a su paso. Allí se tenía constancia de que había un cementerio, pero las autoridades responsables no tuvieron la precaución de ordenar un mínimo seguimiento arqueológico. El resultado fue penoso: las excavadoras esparcieron los huesos reales en sus movimientos de tierra. En el talud oriental de la nueva vía se apreciaban tumbas cortadas por la mitad y huesos queriendo escaparse por los agujeros bajo las makabrillas (piedras sepulcrales).

La hierba y la desidia lo cubrieron todo con el paso de los días. Pocas fueron las voces que se alzaron, a pesar de que para entonces ya había muchos expertos locales e intelectuales extranjeros que sospechaban lo ocurrido, que no era otra cosa que los huesos de la realeza nazarita habían sido revueltos en los movimientos de tierra.

Figura 4. Panorámica de Mondújar donde se ve la “brecha” abierta por la A-44 que se llevó por delante el cementerio musulmán (antes lo había hecho en parte la carretera N-323). (http://www.adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/lecrin/mondujar/historia/revista.htm)
Figura 4. Panorámica de Mondújar donde se ve la “brecha” abierta por la A-44 que se llevó por delante el cementerio musulmán (antes lo había hecho en parte la carretera N-323). (http://www.adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/lecrin/mondujar/historia/revista.htm)

Una década después, la N-323 volvió a quedarse angosta y se decidió convertirla en la autovía A-44. Al segundo intento sí tuvieron la precaución de efectuar prospecciones arqueológicas en la zona, pues sabían que había restos históricos. La empresa constructora encargó el informe previo al arqueólogo Ángel Rodríguez Aguilera. Durante los años 2001 y 2002 acometió un completo trabajo en la mitad del cementerio, la parte más alta, que no había sido destrozada por las excavadoras en las obras de 1988. A pesar de que se sospechaba que fue la parte más pobre del makaber de finales del siglo XV, es decir, la más periférica, los resultados fueron sorprendentes: aparecieron más de 70 tumbas intactas. Eran de distinta tipología, nada tenían que ver con los ritos locales de enterramiento, sino que pertenecían a un sistema de inhumación mucho más sofisticado. Para mayor abundamiento, en los huesos aún había restos de tierra del primer enterramiento; era tierra roja procedente de la Alhambra (vocablo que significa rojo, porque el monumento está construido sobre una colina de tierra roja).

22 Excavaciones de 2001 y 2002 I

Figura 5. Excavaciones de 2001 y 2002, donde se ve la vieja carretera y tumbas cortadas en el mismo talud. Alguna tumba con cadáver dentro en posición lateral (¿será de algún emir?). (http://www.adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/lecrin/mondujar/historia/revista.htm)
Figura 5. Excavaciones de 2001 y 2002, donde se ve la vieja carretera y tumbas cortadas en el mismo talud. Alguna tumba con cadáver dentro en posición lateral (¿será de algún emir?). (http://www.adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/lecrin/mondujar/historia/revista.htm)

Todas las tumbas estaban intactas, jamás en cinco siglos habían sido abiertas hasta entonces. Las había con cadáveres completos, un grupo de tumbas pequeñas con los huesos apilados por haberlos traído en sacos desde Granada, tumbas infantiles y bastantes tumbas no albergaban cadáver alguno.

En su informe arqueológico, Rodríguez Aguilera estudia tres posibilidades para explicar el misterio de las tumbas reales de Mondújar que estaban vacías: primero, que las tumbas estuvieran ocupadas y los restos se hubieran visto afectados por algún tipo de reacción química que los hubiera deshecho; que estuvieran ocupadas y hubieran sido retrasladadas posteriormente; y en tercer lugar, que nunca hubieran estado ocupadas y todo hubiera sido una simulación.

La primera de las hipótesis se descarta “pues el relleno de la fosa es el mismo que el de otras tumbas que sí conservan restos humanos, por lo que la posibilidad de una descomposición por la acidez del suelo no tiene fundamento”. En cuanto a la segunda hipótesis, los arqueólogos procedieron a cribar la tierra del interior y someterla a analítica y llegaron a la conclusión de que había indicios de que aquellos huesos estuvieron enterrados anteriormente en otro lugar. La tercera posibilidad, la de que hubiesen sido retrasladadas, tampoco es descartable en algunas tumbas.

Boabdil nunca más regresó a Mondújar; tres meses después del entierro de Morayma en 1493 se pasó a África. Por tanto, queda descartado que protagonizase un segundo desentierro de los restos de sus ancestros para llevárselos al Reino Meriní. Tampoco existe referencia oral ni escrita.

La conclusión es fácil. Toda la nobleza nazarí fue olvidada en el cementerio musulmán de Mondújar; el lugar, convertido en campo de cultivo; en 1988, medio cementerio fue barrido por las máquinas para construir la carretera nacional, sin ninguna cautela ni contemplación. En 2002, la autovía acabó por ocupar la mitad del cementerio que estaba intacto, pero al menos en esta ocasión los cadáveres fueron extraídos antes. Los Reyes, Reinas e Infantes que tuvieron la desgracia de estar enterrados más cerca de la rábita, por donde comenzaron las primeras obras, fueron a dar con sus huesos bajo el relleno de la actual autovía de Motril.

 

FUENTES:

    • http://www.adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/lecrin/mondujar/morayma/index.htm (Consulta: 24 de enero de 2017).
    • http://www.adurcal.com/enlaces/mancomunidad/guia/lecrin/mondujar/historia/revista.htm (Consulta: 24 de enero de 2017).