Manifestación del 16 de octubre contra la organización sanitaria en Granada
Más de 50.000 personas han invadido las calles de la ciudad de Granada al grito de “ Por la sanidad, aquí está Granada” o “luego diréis que fuimos cinco o seis”. El motivo, la pésima situación de la sanidad granadina debido a la fusión hospitalaria.
Spiriman es el nombre con el que se ha dado a conocer el granadino Jesús Candel, antiguo médico de urgencias en el hospital Virgen de las Nieves y actual médico del nuevo hospital situado en el Parque Tecnológico de la Salud.
A través de documentos audiovisuales publicados en las redes sociales, Spiriman comenzaba su andadura el 7 de julio, donde con humor, nos informaba a que hospital debíamos acudir teniendo en cuenta nuestra dolencia. Han sido constantes sus publicaciones compartiendo situaciones y experiencias sobre su desapego con la situación que viven los profesionales sanitarios y usuarios debido a la fusión hospitalaria.
Siempre dejando claro que no pertenece a ningún partido político y que su intención es que los granadinos dispongan de aquello que un día prometió la Junta de Andalucía, dos hospitales completos, uno para la zona norte y zona sur , donde los enfermos puedan ser tratados de cualquier patología.
Por ello, el doctor Jesús Candel, apoyado por la plataforma “Granada por su Salud” integrada por asociaciones de diferentes enfermedades, sindicatos y partidos políticos de diferentes ideologías, ha sido el motor que ha hecho posible que ayer, 16 de octubre a las 12 , miles de personas partieran desde el Hospital Clínico hasta la Fuente de las Batallas pasando por Avenida Madrid, la de la Constitución, Gran Vía y Reyes Católicos.
Durante el transcurso de la marcha podían leerse diversas pancartas en las que se pedían responsabilidad a Manuel Bayona, gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Granada, de José Entrena Ávila, presidente de Diputación y la de la presidenta de la Junta Susana Díaz.
A su fin, Candel leyó un manifiesto en el que recordaba el motivo de la movilización, resaltando palabras con las que dejaba claro que el problema no es la fusión hospitalaria, ni el PTS. El problema es que haya dos hospitales incompletos. Esto conlleva a que el paciente tenga que autodiagnosticarse para elegir hacia qué hospital dirigirse o que este tenga que trasladarse una vez llegado al diagnóstico. Además, según él es un error separar especialistas ya que la medicina de equipo exige que los cirujanos vasculares puedan hablar diariamente con un equipo de cardiólogos, los internistas con los neurólogos, cirujanos… porque los pacientes en muchas ocasiones suelen tener más de un problema médico que necesita de varios especialistas.
Spiriman acababa su discurso con su conocido grito de guerra “yeah” mientras unos manifestantes lo repetían y otros vitoreaban su nombre y aplaudían.