“Cosa maravillosa resultó a los que vieron la destrucción de Málaga. En pocas horas no quedó en ella alma viva. Los muertos, comidos por los perros, y los vivos llevados cautivos a tierra de los cristianos” (HERNÁN PÉREZ DEL PULGAR)

El 7 de abril de 1487 partió el Rey desde Córdoba para ir sobre Vélez Málaga y con ello iniciar la campaña de ese año, que habría de darle la posesión de ella y de la importantísima ciudad de Málaga, conocida como “la mano y la boca de Granada”.

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Figura 1. La conquista de Vélez Málaga en la sillería del coro bajo de la Catedral de Toledo. (https://axarquiaviva.wordpress.com/2008/11/04/la-conquista-por-los-reyes-catolicos/) .(http://msolana.blogspot.com.es/)

Con mucho detenimiento refieren los cronistas cristianos esta conquista. Considerando que no atañe muy directamente a la ciudad de Granada y siguiendo el plan propuesto, de ella sólo mencionaremos que partió con 20.000 jinetes y 50.000 peones, consiguiendo apoderarse de Vélez Málaga el día 27 y continuando hacia Málaga, que consiguió rendirla el 18 de agosto, y el castillo de Gibralfaro que la protegía dos días después, tras haberla estado cercando durante poco más de tres meses. Hernán Pérez del Pulgar, cronista oficial de los Reyes Católicos, nos refiere qué decían nuestros paisanos malagueños cuando iban camino del destierro. Es un texto tristísimo. Esto decían:

–¡Oh Málaga, çibdat nonbrada e muy fermosa, cómo te desanparan tus naturales! ¡Púdolos tu tierra criar en la vida, e no los pudo cobijar en la muerte! ¿Do está la fortaleza de tus castillos? ¿Do está la fermosura de tus torres? ¡No pudo la grandeza de tus muros defender sus moradores, porque tienen ayrado su Criador! ¿Qué farán tus viejos y tus matronas? ¿Qué farán las doncellas, criadas en señorío delicado, cuando se vieren en dura servidunbre? Contenpla cómo tus una vez felices familias son disgregadas hoy para no volver a reunirse jamás: ¿Podrán por ventura los cristianos tus enemigos arrancar los niños de los braços de sus madres, apartar los fijos de sus padres, los maridos de sus mugeres, sin que derramen lágrimas? Unos y otros se lamentarán solos en tierras ajenas, ante la burla y el escarnio de los extranjeros. ¡Oh Málaga, çibdad de nuestro nasçimiento! ¿Quién podrá contenplar tu desolación sin derramar amargas lágrimas?

En Málaga permanecen los Reyes hasta el 11 de septiembre en que, después de asistir a un oficio religioso en la Iglesia Mayor, partieron para Córdoba.

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Figura 2. Liberación de los cautivos de Málaga por los Reyes Católicos, de José Moreno Carbonero. 1930. (Museo de Málaga). (https://es.wikipedia.org/wiki/Toma_de_M%C3%A1laga_(1487)#/media/File:Liberaci%C3%B3n_de_los_cautivos_de_M%C3%A1laga_por_los_Reyes_Cat%C3%B3licos_(Museo_de_M%C3%A1laga).jpg) .(http://msolana.blogspot.com.es/)

Mientras tanto, en la corte Nazarí se habían producido acontecimientos de interés. La guerra civil entre el sultán Boabdil (Muley Muhámmad ben Abú al-Hassan Abú ‘Abd Alláh), hijo de Muley Hacén (Abú al-Hassan ‘Alí ben Saad), y su tío el Zagal (Abú ‘Abd Alláh Muhámmad az-Zaghall), iba minando los cimientos de la defensa de Granada, llegando durante este año a su punto culminante. Ya en 1486 se había producido en el Albaicín un alzamiento en favor de Boabdil y frente a su tío el Zagal, que se había proclamado rey por renuncia de su hermano Muley Hacén. Aquietados los ánimos, tío y sobrino llegan a un acuerdo por el cual éste se contenta con la pacífica posesión en feudo de la ciudad de Loja. Al concertar Boabdil en Córdoba un tratado con el Rey cristiano el 29 de mayo de 1486 por el que se comprometía a entregar “la dicha çibdat de Granada” y en vista de que el Zagal no había comparecido al socorro de Loja, de nuevo se enconan las luchas entre los partidarios de uno y otro bando.

Liberado Boabdil y considerando a Granada como clave de la posesión señorial del Reino, con los pocos caballos que le quedaban, viajó durante un día y dos noches. Con mucho sigilo logró entrar en el Albaicín en la noche del 15 de septiembre de 1486 por la Puerta de Fajalauza, consiguiendo que aquella misma noche aquel barrio lo proclamase sultán de Granada. Acudió el Zagal con los suyos y las luchas ensangrentaron las calles de la ciudad durante varios meses. La acción más furiosa fue el ataque del Zagal al Albaicín en la noche del 22 de enero de 1487, en la que fue derrotado por los fanáticos de su sobrino Boabdil. Los cristianos, en virtud de los pactos y convenios acordados, ayudaron al Rey Chico en varias ocasiones, ya con sus consejos, ya con efectivos de hombres y armas.

Boabdil aprovechó la marcha de su tío el Zagal –que intentó socorrer Vélez Málaga–, para ser proclamado sultán en la Alhambra. Éste otorgó un perdón general a todos los que le habían combatido, los cuales se le sometieron, y con la ayuda de todos impidió la entrada del Zagal en la ciudad, a la que volvía dispuesto a recuperar, noticioso de lo que había ocurrido; en cambio, éste ni siquiera intentó llegar hasta ella al saber que nadie estaba de su parte, optando por permanecer en la Alpujarra a donde se dirigió.

FUENTES:

    • BUENO GARCÍA, FRANCISCO. Los Reyes de la Alhambra. Entre la historia y la leyenda. Ediciones Miguel Sánchez. Granada, 2004. ISBN: 84-7169-082-9.
    • LAPRESA MOLINA, ELADIO. Santa Fe: historia de una ciudad del siglo XV. Universidad de Granada, 1979. ISBN: 84-338-0112-0.