Figura 1. Hipótesis del trazado del Real de Santa Fe en el que se indica su sistema defensivo y el ramal de la Acequia Real que inundaba la cava. Dibujado sobre el plano del término municipal de Santa Fe (Diputación Provincial de Granada, 2001). García Pulido y col. (2005)
Figura 1. Hipótesis del trazado del Real de Santa Fe en el que se indica su sistema defensivo y el ramal de la Acequia Real que inundaba la cava. Dibujado sobre el plano del término municipal de Santa Fe (Diputación Provincial de Granada, 2001). García Pulido y col. (2005)

Respecto a las cavas, cegadas las de la muralla norte y embovedadas las de la sur, aún hoy es fácil seguir su trazado (figura 1). Ciertas calles al norte y oeste de la ciudad, que han mantenido un desnivel considerable, y otras en la parte meridional, que han conservado una toponimia relativa a las cavas (C/ Hoyo, C/ Molino Herrera, C/ Darro, C/ Isla,…), delatan por dónde pasaba el foso. Respecto a la sur, muchas de las casas ubicadas sobre el trazado de la muralla presentan un patio posterior donde se puede localizar el embovedado que oculta el foso inundado por un ramal de la Acequia Real Vieja. Si esto lo cotejamos con el famoso plano de Francisco Quintillán de 1780, levantado precisamente como apoyo al expediente de Domingo A. Lois de Monteagudo para cegar la cava norte, no resulta difícil dibujar el recorrido que debieron de seguir.

En cuanto a los elementos que permitían el tránsito sobre la cava (figura 1), ya en 1502 se realizaron obras en los puentes de las Puertas de Granada y de Loja; en 1508, en el de la Puerta de Sevilla, en el camino de la dehesa y en el puente del camino de Pinos Puente (que partía de la Puerta de Jaén); en 1512, de nuevo en los puentes del camino de Loja, de la dehesa, del camino de Pinos Puente y de las viñas, así como varios arreglos en las puertas y torres de la villa. Como es lógico, los puentes levadizos, traveses y baluartes que tuvo la ciudad durante su corto periodo militar (al menos en las puertas que, por estar enfrentadas a Granada, eran más vulnerables a un ataque musulmán) fueron sustituidos por otros pasos fijos que, salvando los fosos inundados de agua, permitiesen la libre circulación de mercancías y personas una vez que se inició el proceso de poblamiento civil de Santa Fe. En este sentido, los Reyes Católicos confirmaron el 3 de marzo de 1493 la libertad de comercio que ya disfrutaba la ciudad para su abastecimiento por un privilegio anterior, con lo que desde primeros momentos todas estas defensas de las puertas debieron de ser una molestia para la actividad cotidiana de la ciudad, eliminándose con prontitud.

Figura 2. Detalle del Real de Santa Fe en el tablero de la sillería del coro bajo de la Catedral de Toledo en el que se representan las murallas almenadas, las torres, las cavas y una puerta de entrada con su baluarte, su través y su puente levadizo. García Pulido y col. (2005)
Figura 2. Detalle del Real de Santa Fe en el tablero de la sillería del coro bajo de la Catedral de Toledo en el que se representan las murallas almenadas, las torres, las cavas y una puerta de entrada con su baluarte, su través y su puente levadizo. García Pulido y col. (2005)

De los baluartes citados por los cronistas, hoy sabemos no sólo que existieron (figura 2), sino que conocemos la autoría del ingeniero militar que los trazó. Con motivo de una carta fechada el 12 de junio de 1497, enviada por el Rey Fernando a uno de sus artilleros mayores, maestre Ramiro López, quien en esos momentos estaba destinado en el Rosellón (hoy en el sureste francés) proyectando la planta de la fortaleza de Salses, el Monarca le comentó las impresiones que le había producido la traza de la obra que se comenzaba a erigir junto a Perpiñán que, en general, resultaba de su agrado. No obstante, hizo a Ramiro López algunas observaciones para mejorar la propuesta, entre ellas “(…) que el baluarte de la puerta prinçipal no sea quadrado, salvo [sino] a la manera de los de Santa Fe que vos hisystes (…)”. Este documento nos permite conocer al artífice de las defensas de las puertas de Santa Fe que, por otra parte, también lo fue de los baluartes de la Puerta de los Siete Suelos y de la Torre de las Cabezas en la Alhambra (1492-1495), del Castillo Real de Colliure (1497-1503) o de la ciudad de Perpiñán (a finales del siglo XV). En el plano de Salses realizado por Gonzalo de Ayora durante el asedio llevado a cabo por los franceses en 1503 (figura 3), los baluartes aparecen dibujados como estructuras pentagonales, cuyas caras frontales se prolongan paralelamente a la cortina o muro principal de la plaza fuerte para cubrir los “reparos” que unen el baluarte con el lienzo de la fortificación. No obstante, según se deduce de la esclarecedora documentación aportada por Fernando Cobos Guerra y José Javier de Castro Fernández en su minucioso estudio sobre la fortaleza, poco antes del ataque francés aún “estan por labrar en los baluartes y chapa y lobera ques a cargo de maestre Pedro (…)”. El propio capitán Ayora, en las sucesivas cartas que junto al plano mencionado envió al Rey Fernando, relató que “el baluarte de la puerta, (…) es lo más flaco de toda la casa, (…) por no estar bien acabado él y su cara delantera (…)”. Además, faltaba por “(…) sacar de la tierra de los baluartes (…)”, detalle que quedaba ratificado por el hecho de “que salia mucho polvo cuando le daban los tiros (…)”. Parece ser que el dibujo de los baluartes representados en este plano se podría corresponder con obras provisionales de tierra, realizadas para proteger las fábricas inacabadas en su interior. Este baluarte inconcluso fue volado por el propio Ramiro López durante el sitio, una vez fue ganado por los asaltantes, siendo reconstruido por él mismo entre 1503 y 1507. Será este último el que se ha conservado, presentando planta semicircular, trayectoria desenfilada, través flanqueado por muros elevados y puente levadizo que lo comunica con la puerta de entrada a la fortaleza, elementos básicos con que debieron de contar los de las puertas de Santa Fe. El revellín que lo precede sería añadido por Tadino con posterioridad (figura 4).

Figura 3. Detalle de la planta de la fortaleza de Salses durante el cerco francés, realizada por el capitán Gonzalo de Ayora en 1503. RAH, CSC, A-11, f. 357. Reproducida por Fernando Cobos Guerra y José Javier de Castro Fernández en su estudio “Diseño y desarrollo técnico de las fortificaciones de transición españolas”. “Las fortificaciones de Carlos V”, Madrid, 2000, pág. 220. En línea de puntos aparece enmarcado el baluarte de la Puerta o del Rey, volado por Ramiro López en 1503 y reconstruido más tarde. García Pulido y col. (2005)
Figura 3. Detalle de la planta de la fortaleza de Salses durante el cerco francés, realizada por el capitán Gonzalo de Ayora en 1503. RAH, CSC, A-11, f. 357. Reproducida por Fernando Cobos Guerra y José Javier de Castro Fernández en su estudio “Diseño y desarrollo técnico de las fortificaciones de transición españolas”. “Las fortificaciones de Carlos V”, Madrid, 2000, pág. 220. En línea de puntos aparece enmarcado el baluarte de la Puerta o del Rey, volado por Ramiro López en 1503 y reconstruido más tarde. García Pulido y col. (2005)

En la evolución de la fortificación de transición española, que abarca desde los castillos de La Mota (1474-1483), de Coca (1474-1496) y el Alcázar Real de Carmona (1486-1488), hasta las refortificaciones que se hicieron en Salses a partir de 1503, pasando por las barreras de cubos artillados construidas en los castillos de Salobreña y Almuñécar o los grandes baluartes de la Puerta de los Siete Suelos y de la Torre de las Cabezas en la Alhambra, deberían brillar a partir de ahora con luz propia las experiencias defensivas llevadas a cabo por maestre Ramiro López en Santa Fe, pues sus desaparecidos baluartes constituirían un claro precedente de otros desarrollados con posterioridad (figura 5).

Figura 4. Estado actual del baluarte de la Puerta o del Rey que defendía el acceso a la fortaleza de Salses. A la izquierda: vista aérea desde el oeste tomando como base la fotografía reproducida por Lucien Bayrou, Nicolás Faucherre y René Quatrefages en su libro “Salses Fort. Pyrénées-Orientales”, París, 1998, pág. 9. A la derecha: vista aérea desde el cubo sur tomando como base la fotografía de Catherine Bibollet reproducida por Philippe Truttmann en su libro “Fort. Salses”, Rennes, 1996, pág. 10. García Pulido y col. (2005)
Figura 4. Estado actual del baluarte de la Puerta o del Rey que defendía el acceso a la fortaleza de Salses. A la izquierda: vista aérea desde el oeste tomando como base la fotografía reproducida por Lucien Bayrou, Nicolás Faucherre y René Quatrefages en su libro “Salses Fort. Pyrénées-Orientales”, París, 1998, pág. 9. A la derecha: vista aérea desde el cubo sur tomando como base la fotografía de Catherine Bibollet reproducida por Philippe Truttmann en su libro “Fort. Salses”, Rennes, 1996, pág. 10. García Pulido y col. (2005)
Figura 5. Perspectiva aérea idealizada con el sistema defensivo y la disposición del Real de Santa Fe. García Pulido y col. (2005)
Figura 5. Perspectiva aérea idealizada con el sistema defensivo y la disposición del Real de Santa Fe. García Pulido y col. (2005)

FUENTES:

    • ESPINOSA CABEZAS, ÁNGEL. Santa Fe. Aproximaciones geográfico-históricas. Excmo. Ayuntamiento de Santa Fe, Empresa Pública del Suelo de Andalucía, Librería El Hidalgo, 1995. ISBN: 84-605-3949-0.
    • FERNÁNDEZ APARICIO, MIGUEL ÁNGEL. Santa Fe, traza y orden. Santa Fe: [Granada]: s.n., 2006. ISBN 84-689-7721-7.
    • GARCÍA PULIDO, LUIS JOSÉ; ORIHUELA UZAL, ANTONIO. “La imagen de Santa Fe (Granada) en la sillería del coro bajo de la Catedral de Toledo”. Archivo Español de Arte, LXXVII, 2004, 307, págs. 247-266. ISSN: 0004-0428.
    • GARCÍA PULIDO, LUIS JOSÉ; ORIHUELA UZAL, ANTONIO. “Nuevas aportaciones sobre las murallas y el sistema defensivo de Santa Fe (Granada)”. Archivo Español de Arte, LXXVIII, 2005, 309, págs. 23-43. ISSN: 0004-0428.
    • LAPRESA MOLINA, ELADIO. Santa Fe: historia de una ciudad del siglo XV. Universidad de Granada, 1979. ISBN: 84-338-0112-0.