Beltrán Jiménez

 

  • Entrevistamos a Beltrán Jiménez, graduado en Filosofía y que recibió el premio a la excelencia académica de la UGR y Caja Rural de Granada al mejor expediente.

Beltrán Jiménez Villar (1994) ha recibido el premio a la excelencia académica que concede la Universidad de Granada y Caja Rural de Granada. Son 34 matrículas de honor las que figuran en el mejor expediente de la UGR y que se corresponde con nuestro santafesino y filósofo. Sí, filósofo, Beltrán es graduado en Filosofía y ha venido aquí a demostrar que, como Teruel, la Filosofía también existe.

Ahora mismo, después de haber realizado este curso el Máster en Filosofía contemporánea, está a la espera de recibir la respuesta sobre la beca FPU que le permitirá preparar su tesis sobre Michel de Montaigne, el famoso autor de los Ensayos.

-La Historia de la Filosofía ha dejado de lado sistemáticamente a una serie de personas, ya sea por su forma de escribir, como Montaigne, o por ser mujer o por ser judíos. Se abre la necesidad de revisar esa parte de la Filosofía- nos comenta Beltrán sobre la elección de su tema de tesis que es en sí mismo toda una declaración de intenciones.

Beltrán cursó el Bachiller de Ciencias pero ya había descubierto la Filosofía a través de asignaturas como Educación para la Ciudadanía o Ética y finalmente, a la hora de decidir en qué matricularse, nos confiesa que estudiando Matemáticas o Física “me veía dividiendo mi vida, la Filosofía me permitía trabajar en lo que me preocupaba”. “No llego a la Filosofía por un interés cosmológico, lo que me lleva fue un compromiso con la política, con la cultura…”

Le preguntamos si no le llamaron loco cuando dijo que quería estudiar Filosofía.

-Mis padres siempre me han apoyado, además era una decisión madura.

-¿Cómo se hace para sacar 34 matrículas de honor?

-Tenía todas las condiciones para hacerlo, me gusta mucho lo que estudio, no tenía que trabajar y mi familia me daba todas las facilidades. Tenía el ambiente perfecto, era casi el resultado de una ecuación-, nos responde modesto, como si las consecuencias de su esfuerzo fueran algo casi anecdótico. Y con esa misma modestia nos habla del Premio a la excelencia.

-No busco ningún tipo de reconocimiento. Lo único bueno es que se visibilizara que hay gente que estudia Filosofía.

Lo cierto es que para Beltrán el auténtico premio es haber estudiado lo que le apasiona. Sabe que son tiempos duros y se siente afortunado. “La mayoría de mis compañeros se dedican a la docencia, otros se han tenido que ir fuera, otros han tenido que dejar la carrera, la Filosofía tiene unas perspectivas laborales complicadas”. De estos años de universitario nos comenta, “he aprendido mucho de mis compañeros, no ha habido ambiente de competitividad”. De hecho de esa armonía ha nacido ‘Subjetividades’, una asociación que trabaja para que la Filosofía tenga su sitio. Intuimos que, efectivamente, no lo tiene.

-Hay un renovado interés por la Filosofía. Incluso el PP, que la quería quitar, ahora la ha recuperado- afirma.

-¿Crees que hay una persecución contra la Filosofía?

-Creo que hay una persecución y un intento de eliminar aquello que no contribuye a lo que se busca. Lo que se busca es gente que trabaje y que consuma. La escuela se entiende como un periodo de formación de cara al mercado laboral, como si la economía pudiera dictar las cosas que son importantes. Eso me parece un error. Las Humanidades nos enseñan a saber quiénes somos. Tampoco creo que haya una mente maquiavélica que diseñe los planes de estudios pensando en esto, supongo que hay gente que con buena voluntad cree que la Humanidades son prescindibles. La Filosofía no te hace un revolucionario de extrema izquierda, ni el que estudia Filosofía es más crítico que el que estudia Física. Sin embargo; las formas de la Filosofía, su método, nos puede ayudar a todos a hacer una sociedad un poco más crítica, más reflexiva, más serena.

-Ahora que han rescatado la Filosofía en las aulas, ¿te planteas la posibilidad de ser profesor?

-Yo siempre he querido ser profesor. Es algo que te compromete con la gente con la que vives. Ahora se me ha planteado la posibilidad del doctorado pero siempre me ha gustado la enseñanza.

Para Beltrán la Filosofía política es el núcleo de su vocación de filósofo. Así que nos metemos en política y surge el tema de las organizaciones juveniles de los partidos. “Si el INEM adquiriera las mismas formas de proceder de Juventudes Socialistas o de Nuevas Generaciones no habría parados. Funcionan como una auténtica agencia de colocación”.

-Yo creo que hay gente con buenas intenciones y con inquietudes -continúa-, el problema es que esas organizaciones han copiado muchas de sus formas de los partidos, son como un simulacro en el que reproducen los mismos vicios. Con mucha tristeza creo que su efecto es nulo, amortiguan a gente muy honesta que aprende unas formas que los alejan de la política y los acercan a la burocracia. No reciben ni se interesan por una formación  política, no se esfuerzan por formarse. Llegado cierto momento están preparados para ocupar cualquier puesto. De repente saben de todo, saben cómo funcionan las cosas pero no hablan de política. Yo he aprendido de política con jóvenes que no estaban en ninguna organización de ese tipo. Gente mucho más comprometida con su comunidad y que no forman parte de ninguna estructura política tradicional.

-¿La Filosofía tiene respuestas para los problemas de Santa Fe?

No sé si la Filosofía tiene respuestas para Santa Fe pero seguro que tiene la capacidad para hacernos ver que Santa Fe tiene muchos problemas. Problemas de convivencia- hace una pausa- Santa Fe está cimentando su futuro sobre algo que es muy peligroso, que es el comercio de la droga y eso es un desastre. Además Santa Fe puede llegar a convertirse en una ciudad dormitorio. Es difícil, ahora mismo, pensar que en Santa Fe haya algo parecido a una comunidad, tiene en muchos aspectos un nulo espíritu político.